Se ha comprobado que manejar los dilemas éticos, especialmente en los negocios, de acuerdo a un criterio propio o siguiendo al sentido común, ha limitado la capacidad de las personas para solucionar adecuadamente los asuntos más delicados y complicados en situaciones reales[1]. Es por esta razón, que es tan importante, hoy en día, que los gerentes de las organizaciones sean conscientes de que sus decisiones repercutirán de manera positiva o negativa tanto en sus empleados, como en sus clientes y demás constituyentes.
A continuación, se explicarán los efectos que el derrame de mercurio ocasionado por la minera Yanacocha, tuvo en las relaciones con la sociedad a nivel supra organizacional. Para esto, es preciso mencionar que supone dicho término en el ámbito de la ética para los negocios y qué preguntas debieron contestarse para manejar este tipo de dilemas.
Joseph Badaracco, profesor y creador de uno de los modelos pragmatistas de la ética para los negocios que tuvo mayor impacto en los últimos 15 años, identificó tres tipos de dilemas éticos empresariales, dentro de los cuales se encuentra el de tipo supra organizacional. Dicha clase de dilemas son los más difíciles de manejar, puesto que las decisiones que se tomen dentro de la organización, tendrán repercusiones tanto internas como externas, es decir, a nivel social.
Para entenderlo mejor, analicemos como algunos de los stakeholders de la Minera Yanacocha se vieron afectados por el derrame de mercurio que ésta ocasionó en la localidad de Choropampa.
En primer lugar, se encuentran los propios trabajadores de la minera. Los empleados usualmente esperan que la compañía, como respuesta a su labor, les otorgue seguridad, buenos sueldos y beneficios diversos; sin embargo, vemos que la minera Yanacocha no ofrecía ninguno de estos atributos a sus trabajadores. La falta de capacitación, así como de normas en temas de seguridad y manejo de algunos productos como el mercurio, ocasionó que muchos de los operarios de Yanacocha se expongan a la contaminación y vean su salud perjudicada, tal y como lo registró una auditoria ambiental en el año 2003. De este modo, ¿quién podría sentirse recompensado en su trabajo cuando los jefes inmediatos ni siquiera se preocupan por la salud de los suyos?
En segundo lugar, encontramos a los clientes. Si bien es cierto que ellos no se vieron afectados de manera directa por las actividades de la minera Yanacocha, dicha empresa perdió gran parte de su prestigio frente a ellos, ya que su reputación se vio afectada por el suceso del derrame del mercurio, quedando como una empresa irresponsable y ambiciosa. Asimismo, podría decirse que este hecho también afecto al gobierno peruano, puesto que se puso en tela de juicio su capacidad para regular las actividades que realizan las empresas mineras en el país.
Finalmente, la comunidad de Choropampa fue uno de los stakeholders más afectados en este caso. El no establecer a tiempo políticas de seguridad y de transporte de productos tan delicados como el mercurio, así como la falta de autorregulación de la minera Yanacocha, ocasionó que los pobladores de toda una comunidad tuvieran complicaciones en su salud al verse expuestos a daños significativos por la contaminación ocasionada.
Ahora bien, según Badaracco, existen tres preguntas que hubieran ayudado a manejar una situación de este tipo:
¿He hecho todo lo que he podido para asegurar mi posición y afirmar
la fortaleza de mi organización?
Consideramos que la Minera Yanacocha no hizo todo lo posible para asegurar la posición de la organización, puesto que de haber sido así, hubiera seguido el ejemplo de la compañía rival Antamina, quien a falta de legislación nacional, adoptó normas internacionales de embotellado y transporte. Asimismo, el mal manejo que los funcionarios de la empresa minera hicieron de la crisis, dejó mucho que desear, ya que no proporcionaron información adecuada ni oportuna acerca del suceso al público afectado ni a las autoridades correspondientes[2]. Esto sin duda, en vez de fortalecer la posición de la compañía, originó que el prestigio ganado hasta ese entonces, desapareciera ante los ojos de sus clientes y demás constituyentes.
¿He hecho todo lo posible para pensar creativamente en el rol de mi organización con respecto a la sociedad y a los constituyentes?
De acuerdo a la información que nos brinda el caso, podríamos decir que la Minera Yanacocha no hizo las cosas pensando en la sociedad y en sus constituyentes, todo lo contrario, decidieron pasar por alto ciertas normas con tal de agilizar el transporte de minerales y de este modo, “ser más rentables”. No pensaron en los efectos negativos que el mal manejo de minerales como el mercurio podría traer sobre sus trabajadores o la comunidad en la que realizaban sus actividades mineras. Asimismo, nunca brindaron una solución efectiva a los constituyentes más afectados, ya que la recuperación del mercurio derramado no fue eficaz, según el informe N° 62 de la Defensoría del Pueblo, en donde se establece que solo fueron recogidos 49,1 kg del total[3]; del mismo modo, nunca se preocuparon por brindar atención médica a los afectados.
¿Debo jugar al león (liderazgo inspirador, emblemático) o al zorro (astucia y sagacidad)?
Claramente, los funcionarios de la empresa minera Yanacocha jugaron al zorro: utilizaron su astucia para aprovecharse del hecho de que no existía una legislación nacional que controlara el transporte y embotellado de minerales, para así reducir los costos de sus operaciones y ser más rentables. Sin embargo, es lamentable que dichos funcionarios no hayan podido prever accidentes de este tipo, ni darse cuenta de la magnitud de daños que ocasionarían por no instalar normas de transporte y seguridad dentro de su empresa.
[1] Extraído del Material de Enseñanza de Ética para los Negocios de la UPC
[2] Extraído de SIMPOSIO: Salud Ambiental
[3] Extraído de SIMPOSIO: Salud Ambiental
BLIOGRAFIA
· ARANA Zegarra, Marco (2009) El caso del derrame de mercurio en Choropampa y los daños a la salud en la población rural expuesta. Lima: Simposio: Salud Ambiental
· ORTIZ Elías, José Agustín (2011) Material de enseñanza del curso Ética para los Negocios. Lima: UPC
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