CASO: DERRAME DE MERCURIO EN CHOROPAMPA

En la ciudad de Cajamarca se encuentra ubicada la Minera Yanacocha, la mina de oro más grande de América Latina. En el año 2000, dicha mina se vio envuelta en un gran escándalo debido a que uno de sus camiones de transporte originó el derrame de 151 kg de mercurio metálico en la localidad de Choropampa; para ese entonces, no existía en el Perú una ley que regulara el transporte de sustancias tóxicas, por lo que el traslado de sustancias como el mercurio estaba únicamente sujeto a la autorregulación de las empresas. Como consecuencia directa de este hecho, más de un millar de campesinos se vieron afectados por la contaminación con vapor de mercurio. Cabe resaltar que hasta el 2008, este fue considerado como el mayor desastre mundial ocurrido con mercurio metálico.

A inicios del mismo año, el Congreso de la República abrió una investigación para sancionar a los responsables y exigir que las autoridades tomen medidas de protección de la salud, al comprobarse, mediante un estudio realizado por la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA), la presencia de mercurio en gran cantidad de viviendas de Choropampa. Pese a esto, la versión oficial de la empresa minera era que el incidente ya estaba “superado”. 

EL MERCURIO EN LA MINERIA AURIFERA DE YANACOCHA

La Minera Yanacocha inició la producción de oro en el año 1993. Increíblemente, su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) -el primero hecho en el Perú bajo las nuevas normas ambientales promulgadas en el año 1992- no preveía la presencia del mercurio en sus procesos de producción, ya que para la empresa, el mercurio no era un insumo utilizado en la producción de oro, sino más bien, un subproducto del procesamiento del oro. Sin embargo, aunque Yanacocha proporcionó muy poca información sobre la producción y el manejo del mercurio en sus operaciones, la intervención que se realizara en Julio del año 2000 por Ombudsman del Banco Mundial, dueño del 5% de las acciones de esta mina, permitió conocer que la producción del mercurio había aumentado de manera uniforme en proporción a la producción de oro.   

En Yanacocha, se estima que ese año se producía de cuatro a cinco botellas de mercurio por semana, cada una de las cuales tenía una capacidad aproximada de 200 kg. En la actualidad, se sabe que este mercurio era encapsulado para ser transportado para su venta hasta la ciudad de Lima, recorriendo algo más de 800 km hasta llegar a su destino final.

EL ACCIDENTE DEL DERRAME DEL MERCURIO

El derrame de mercurio afectó a más de un millar de campesinos; la mayor parte fueron niños menores de cinco años que recogieron el mercurio con sus manos, sin contar con ningún implemento de protección, ya que desconocían los efectos toxicológicos de la llamativa sustancia que parecía “plata líquida”. Como muchos de los accidentes industriales, se trató de un desastre que pudo ser evitado si se hubiera adoptado normas estándares de transporte como se hacía, por ejemplo, en otra compañía minera grande como Antamina, que ante la falta de legislación nacional, adoptó normas internacionales de embotellado y transporte.

En el caso de Yanacocha, el informe del Ombudsman del Banco Mundial mostró que las botellas de mercurio que se enviaban de la mina, no tenían rótulos que indicaran su contenido y la peligrosa índole de éste y que la Newmont Mining Corporation, como principal accionista y casa matriz de la compañía, no aplicaba normas globales al manejo y transporte de materiales peligrosos en su mina de Yanacocha. Por otro lado, el manejo de la crisis que hicieron los funcionarios de la compañía minera, dejó mucho que desear, puesto que la empresa no proporcionó información adecuada ni oportuna acerca del suceso al público afectado, a las autoridades locales en las comunidades directamente afectadas, a las autoridades provinciales en Cajamarca ni a las autoridades nacionales en Lima. Asimismo, la recuperación del mercurio derramado no fue eficaz, según el informe N° 62 de la Defensoría del Pueblo, en donde se establece que solo fueron recogidos 49,1 kg del total (151 kg).

EL MERCURIO Y LA SALUD

Diversos estudios especializados consideran que el mercurio es el elemento no radioactivo de mayor toxicidad para el medio ambiente y que produce gran cantidad de complicaciones en la salud humana, especialmente, en el sistema nervioso en desarrollo. Asimismo, el nivel de toxicidad en seres humanos y otros organismos varía según la forma química, la cantidad, la vía de exposición y la vulnerabilidad de la persona expuesta. Los estudios también señalan que la vía principal de exposición al mercurio elemental es por inhalación de sus vapores, los cuales son absorbidos en un 80% por los tejidos pulmonares. Este vapor también penetra con facilidad la barrera de sangre del cerebro y su neurotoxicidad está bien documentada.

En este caso, la totalidad de la población de Choropampa se vio afectada por el hecho de que las condiciones climáticas y el rápido traslado del mercurio a las viviendas, permitieron que la cálida temperatura del lugar vaporizara el mercurio en la atmosfera, por lo que los campesinos se vieron expuestos a absorber dicho vapor, lo cual les produjo diversos síntomas tales como sabor metálico en la boca, problemas respiratorios, sarpullido, temblores, labilidad emocional, insomnio, pérdida de la memoria, cambios en el sistema neuromuscular, dolores de cabeza, etc. Incluso ocho años después (2008), la población de Choropampa seguía reportando la existencia de dichos síntomas.

En el Perú, los problemas de salud ambiental relacionados con minería no han merecido especial atención de la autoridad de salud. No sólo situaciones como las de Choropampa permiten ver las deficiencias de intervención de la autoridad, sino también los problemas de salud ocupacional en minería. Los trabajadores de minas modernas como Yanacocha también están expuestos a la contaminación y los consecuentes daños a su salud. Una auditoría ambiental independiente, encontró en el año 2003, que los operarios de Yanacocha presentaban niveles detectables, y algunas veces altos, de mercurio en la orina. Asimismo, la auditoría concluía señalando que el manejo de mercurio en la planta era inadecuado, y que su almacenamiento provisional facilitaba la evaporación del mismo y por tanto, su rápida difusión en el recinto en donde operaban los trabajadores. Por último, la auditoria afirmaba que a los operarios no se les había informado correctamente acerca de los efectos que la exposición a este metal podía causar en su salud.

  

ANALISIS UTILITARISTA DEL CASO: LA BALANZA DEL COSTO/BENEFICIO