Cada vez se hace más visible el desarrollo acelerado de la tecnología, así como la necesidad que tienen diversas empresas y gobiernos de utilizar más recursos naturales para beneficios personales, como la maximización de las utilidades a través de la reducción de los costos de operación. Pese a esto, la mayoría de organizaciones no se da cuenta del terrible daño que ocasionan en la sociedad y en el planeta, al utilizar de manera irresponsable dichos recursos.
Claro ejemplo de ello, es el trabajo que realizan las empresas automotrices, las cuales tienen fábricas que son capaces de producir todo tipo de vehículo de transporte y ganar millones de dólares por la venta de estos. Sin embargo, no son conscientes de que el dióxido de carbono expulsado por los automóviles (carros, camiones o motos) son una de las más grandes fuentes de contaminación a nivel mundial. La densidad del tráfico en las ciudades en los países desarrollados –y en los que están en vía de desarrollo- provocan serios problemas a la salud humana, como el caso de las mujeres embarazadas, las cuales sufren una reducción en el crecimiento de sus fetos (llegando a ser aproximadamente 81 gr. menor del tamaño normal) por solo respirar el aire contaminado[1].
Es por esta y muchas razones más, y partiendo del hecho de que los negocios influyen cada vez de forma más directa en las sociedades, que hoy en día se ha hecho más fuerte la creencia de que todas las corporaciones deben preocuparse por el cuidado del medio ambiente, incluyendo en sus procesos operaciones que sean sostenibles, así como utilizar los recursos naturales de una manera responsable.
Las malas prácticas de los negocios tienen el potencial de infligir un enorme daño en las personas, comunidades y el medio ambiente.
En el Perú se realizan las famosas actividades de “Minería Ilegal”, en donde empresas que no son autorizadas por el gobierno, realizan malas prácticas empresariales y buscan explotar los recursos naturales, como los minerales, a costos muy bajos. Dichas actividades se realizan generalmente en las zonas de la sierra y la selva, donde existen comunidades llenas de personas que se dedican a la agricultura y ganadería, y en donde el gobierno no tiene una fuerte presencia institucional.
Las compañías mineras informales, sin duda, representan una amenaza latente para el bienestar de las personas que trabajan para ellos, así como uno de los principales factores de contaminación del medio ambiente, puesto que la contaminación existente en ríos y zonas verdes, son en gran medida, por culpa de sus actividades.
Al parecer, los dueños de dichas compañías no son conscientes de los problemas de salud que sus actividades informales ocasionan a los miles de campesinos y pobladores que viven cerca de donde realizan sus operaciones. Además, al realizar malas prácticas empresariales, incentivan a las personas a que obtengan un enriquecimiento ilícito mediante esta actividad ilegal.
Se necesitan mejores herramientas para comprender cómo responder a las expectativas de los stakeholders.
Como se sabe, el Perú es un país multicultural. Cada región tiene sus propias costumbres y la mayoría de los pueblos de la sierra, y algunos de la costa, se dedican a la actividad del agro o ganadera. Cada año se abre en las regiones del Perú un nuevo proyecto de inversión, mediante el cual se comienza explotar gas o mineral.
Pese a esto, la mayoría de empresas de este rubro no le prestan mucha atención a uno de sus principales stakeholders: las comunidades locales, es por ello que la gran mayoría de veces, los campesinos realizan huelgas ante dichas organizaciones, puesto que el “único” beneficio que logran obtener de sus actividades, es la contaminación del ambiente en el que viven y la disminución de los recursos con los que cuentan, debido a la extracción irresponsable de los mismos.
Por tal motivo, es de suma importancia que las compañías que deciden trabajar cerca de las comunidades locales, comprendan que para ellas, el suelo y la vegetación tienen una importancia mucho más grande que para la gente que vive en las grandes urbanizaciones, debido, principalmente, a una cuestión de cultura. Por ello, las empresas deberían realizar acuerdos con las comunidades en donde se establezca que se respetarán sus recursos y su cultura; asimismo, es de gran importancia que las comunidades obtengan beneficios reales de las actividades empresariales que se realizan en las zonas donde viven, como por ejemplo: creación de colegios, clínicas, mejoras en la infraestructura, etc.
Pocos hombres de negocios han recibido entrenamiento en ética para los negocios.
El continuo incremento de polución en el mundo es consecuencia, principalmente, de la poca instrucción que se les brinda a los dueños de las grandes empresas acerca de la importancia que tiene el cuidado del medio ambiente para sus generaciones futuras.
Como se sabe, la ética estudia la actitud moral y la aplicación de la razón, por ello, aunque estas empresas actúen moralmente siguiendo las leyes preestablecidas en cada país, ninguna ha logrado conservar una actitud ética, debido a que siguen contaminando el medio ambiente y el planeta en donde todos vivimos, solo por garantizar el beneficio de una porción mínima de personas.
Un ejemplo se da aquí en el Perú, donde las empresas no se responsabilizan por los daños realizados por sus proyectos de gran escala, y el gobierno no forma un enlace entre la comunidad y la corporación, más bien, se desentiende y deja que la empresa se responsabilice. Esta falta de preparación ética está causando serios problemas no solo a nuestro país, sino al resto del mundo.
[2]
[1] Cfr. Minerial Ilegal
[2] Cfr. Doctissimo
Bibligografía
MINERIA ILEGAL (2009): La minería ilegal lavaría hasta 650 millones de dólares al año en Perú (Consulta 17 de Abril de 2011) (http://mineriailegal.blogspot.com/)
DOCTISSISMO (2010): Cuidado con la polución (Consulta 16 de Abril de 2011) (http://previniendolavadoactivos.blogspot.com/2010/09/el-lavado-de-activos.html)
No hay comentarios:
Publicar un comentario